viernes, 17 de abril de 2009

Lejos de mi centro

*
Lejos de mi centro, se enarbola un dios
que mueve al mundo como a un carrusel.
Perenne en el tiempo se vio,
en cada siglo, mudando de piel.

Dentro de mi cuerpo, se aflora un mar
que ruge, a cuatro vientos, su fervor;
mitigando el crudo dolor
de los ancianos y la nueva raza.

Golpean los vientos a un ritmo que violenta el pulso,
cuando se yergue el monstruo real dando cuerda al reloj.

Fuera de mi espejo, nos arropa un sol,
que cosquillea tibio en el alma.
Aunque, en el trance del simio, un bastón
divida mucho más que las aguas.

Golpean los vientos a un ritmo que violenta el pulso,
cuando se yergue el monstruo real dando cuerda al reloj.

Lejos de mi centro, se alza un dios
que mueve al mundo como a un carrusel.
Dentro de mi cuerpo, se escurre un mar,
dejando sordas todas mis palabras.

***
(Letra hermanada a una música jamás oída...)

Sentenció Sanrod.

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